viernes, 17 de julio de 2015

Pequeña filosofía de vida

There are two ways of spreading light: to be the candle or the mirror that receives it. Edith Wharton

Una de las grandes frases de House es que "la vida no es lo que te pasa sino como te lo tomas." Es una sentencia llena de razón que revela una gran sabiduría.

La experiencia demuestra que no todo sale como uno quiere, de hecho la mayoría de los planes tienen tendencia a torcerse por una vía distinta a la original y conviene corregir su trayectoria, o adaptarse a ella. Se necesita aprender a ver los diferentes aspectos de las cosas porque, si no se hace así, lo único que se consigue es vivir engañado y ser desgraciado. No es cuestión de tomarse los disgustos a la tremenda sino de ponerlos en perspectiva y darles el valor que les corresponde. Hay que aprender a escoger las batallas, desgastarse en tonterías es agotador y las fuerzas se necesitan a la hora de pelear por lo importante. No sirve aferrarse a alguien para que luche por ti o amortigüe los golpes. Hay que saber mantenerse de pie por sí solo.

Madurar conlleva soltar lazos para avanzar por una senda propia. Aunque se viva en una sociedad, en la que es recomendable integrarse por cuestiones de salud mental, también hay que convertirse en un ente independiente. Conseguirlo supone tomar las riendas de la propia vida, asumir responsabilidades, pensar por uno mismo, tomar decisiones y esforzarse por llevarlas a cabo. Se hacen las cosas porque se debe o porque se está convencido de ellas, sin buscar palmaditas en el hombro ni felicitaciones. El reconocimiento es raro y esquivo y buscarlo suele ser sinónimo de frustración. Reconocer los méritos de otro, además de un detalle, es un rasgo de madurez.

3 comentarios:

Chelo dijo...

Me parece sublime la frase "hay que aprender a escoger las batallas", porque hay quien se apunta a todas, y claro que desgasta...

Me ha encantado la reflexión, Sol.

Besos

Elvis dijo...

A mi también me encantan, tanto esa frase como la reflexión. La selección de batallas se ha convertido en mi día a día en el último año y medio, lidiando con un personaje de 2 años (junto con la invención de juegos asociados a vamos a bañarnos, subir al coche, hacer la compra, etc.). Ahora que ha cumplido 3 parece que entramos en una nueva fase más diplomática y negociadora...

Carmen dijo...

Hay que tomarse la vida con mucha alegría, humor, mano izquierda y un poco de locura. Cuando no puede hacerse esto porque uno no se encuentra física o mentalmente bien la vida te toma a ti. Después de mi duro año viviendo y trabajando en Texas, recomiendo a todo el mundo que valore las pequeñas cosas que tiene (sobre todo el tiempo) y que disfrute del momento y de lo que ha conseguido en lugar de pasarse el tiempo construyendo castillos en el aire.
Los amigos, la familia, poder tener tiempo de desayunar a horas "humanas, ir a trabajar en bici, una terracita, un aperitivo, comprar verdura y fruta en el mercadillo, charlar con alguien que te encuentras en el ascensor y que no pesa más de 100 kg ni está loco, pasear por la acera a menos de 50 grados y encontrarte con seres humanos, tener un piso pequeño que se tarda poco en limpiar y ordenar, no guardar, guardar y guardar porque lo que no se usa lo puede usar otro...hay muchas lecciones aprendidas detrás de los tiempos difíciles.